Fundació Tàpies rescata filmes de obreros
de la Polonia comunista
La exposición se centra en la actividad del movimiento de cine aficionado
En la Polonia de la era comunista, los trabajadores se organizaban el ocio a través de numerosos clubs de fábrica avalados por el Estado. Uno de ellos fomentaba el rodaje de películas amateurs. Con la caída del régimen, a finales de los años 80, estos clubs desaparecieron y con ellos las filmaciones registradas.
Los artistas británicos Neil Cummings y Marysia Lewandowska dedicaron dos años y medio a recorrer el país para encontrar el paradero de estas cintas. Encontraron más de 100, que limpiaron, digitalizaron y organizaron desde un punto de vista muy personal para dotar al conjunto de una coherencia artística.
Con este material como punta de lanza, crearon una exposición titulada Entusiasmo, que desde hoy y hasta el próximo 15 de enero se podrá contemplar en la Fundació Tàpies tras pasar por Londres y Berlín. Es la primera cita de la institución de la calle Aragón en la temporada 2005-2006.
Entusiasmo recoge 65 pequeñas películas, de los años 50 hasta mediados de los 80, exhibidas en tres bloques o conceptos temáticos: amor, deseo y trabajo. Cada una de las tres proyecciones dura 59 minutos. La exposición incluye también la reconstrucción de un salón familiar típico de la Polonia comunista, donde se podía debatir, entre otras cosas, nuevas ideas cinematográficas. Además, hay una muestra de carteles de la época y la exhibición, como contrapunto, de documentales oficiales destinados a predicar las gestas del socialismo.
Escenas cotidianas
El movimiento polaco de cine amateur se dedicaba a captar de forma subversiva escenas cotidianas, componiendo narrativas perfectamente preparadas y guionizadas, de amor, anhelo, consumo, trabajo o celebración. Todas tienen el denominador común de la pasión y el entusiasmo cultural. O al menos así lo interpretaron Cummings y Lewandowska, de ahí el título de la exposición.
"Lo que sorprende --explicó ayer Cummings-- es que los filmes son de una bella factura. No hay un equivalente en Gran Bretaña, donde el cine amateur consiste en filmar la boda de un amigo o el aniversario de las hijas. En Polonia perseguían la belleza. Los obreros de estos clubs pretendían dedicar el menor tiempo posible a trabajar y el máximo a hacer películas".
Sobre lo subversivo del material, Cummings informa que hay, por ejemplo, un cortometraje sobre amor homosexual, temática inexistente en cualquier registro de cine polaco. Las películas, contó Lewandowska, se proyectaban en el seno del club. "Había también algunos festivales y se votaba por la mejor película. En ellos participaban miembros de diferentes clubs. Pero jamás salía de estos circuitos. No se exhibía al público. Por eso el régimen nunca consideró estos filmes como una amenaza". El cartel de la exposición recoge precisamente una foto en que aparece un trío de ganadores de uno de estos festivales, trofeo incluido.
La exposición de Barcelona pondrá fin al trayecto de Entusiasmo. Ya no viajará a ninguna otra ciudad. El archivo se trasladará a partir de enero del 2006 a una web que funcionará como fuente online para los cineastas que quieran utilizar el material para sus propias películas.
Albert Guasch
Barcelona
El Periódico de Catalunya
28.10.2005
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