Capítulo 7: El siglo XVIII y los repartos de Polonia

El comienzo del siglo XVIII fue el período de la completa ruina de Polonia. Durante el reinado de Augusto II el Fuerte (1697-1733), en el período de la Guerra del Norte, Polonia era un campo de batalla de ejércitos extranjeros; hasta el trono real llegó a ser objeto del juego político internacional.
Las monarquías vecinas, absolutas y centralizadas, aumentaban sus fuerzas armadas: Rusia disponía de 330.000 soldados, Prusia de 150.000, y Austria tenía otro tanto.
La nobleza polaca, sin darse cuenta de la gravedad de la situación, estaba convencida de que por no constituir amenaza para nadie con sus 24.000 soldados, Polonia no sería objeto de la agresión. En la política interna la nobleza cuidaba mucho por su “áurea libertad”, sin entender que el sistema político desorganizado no era capaz de garantizarla. Cualquier intento de reforma tropezaba con dos obstáculos difíciles de franquear. El primer obstáculo fue la política de las potencias vecinas a cuyos intereses convenía el caos y la debilidad política de Polonia. El segundo, la ignorancia de una gran parte de la nobleza y su egoísmo económico y político.

Por esta razón, la reforma del Estado exigía primero la preparación de toda una generación ilustrada y dispuesta al sacrificio, libre de prejuicios e ilusiones. En 1740 Stanislaw Konarski abrió en Varsovia el Collegium Nobilium, un moderno centro escolar para jóvenes de origen noble, que más tarde sirvió de modelo para numerosas escuelas dirigidas por los escolapios. El obispo Józef Zaluski abrió en Varsovia la primera biblioteca pública con 300.000 libros.

Cuando en 1763 murió el rey Augusto III, el partido de los Czartoryski, que prácticamente gobernaba Polonia, se puso de acuerdo con Rusia respecto a la candidatura de Estanislao Augusto Poniatowski al trono de Polonia (1764-1795). En los primeros años de su reinado Estanislao Augusto se dedicó a la reforma militar y monetaria. En 1765 el rey inauguró la Escuela de Caballeros, una academia militar de la que salieron grandes jefes militares polacos (T. Kosciuszko, J.Jasinski, J.U.Niemcewicz). Comenzó a editarse la revista “Monitor”, se empezó a ordenar la economía municipal.
Sin embargo, estas reformas eran mal vistas por la zarina Catalina II. Bajo la presión de las tropas rusas, la Dieta de 1768 aprobó los llamados derechos cardinales, o sea, la elección libre del rey, el liberum veto, el derecho a rebelarse contra el rey y el monopolio de la nobleza de ejercer la actividad política. Estos derechos eran garantizados por Catalina II, lo cual significaba que ninguna reforma en el futuro era posible sin el consentimiento de Rusia. La brutal intervención rusa provocó una resistencia armada de la nobleza que se confederó en Bar para luchar contra el dictado de Rusia. Los combates que tuvieron el carácter de una guerra de guerrillas duraron cuatro años. La confederación de Bar, la primera sublevación nacional polaca fue derrotada y por primera vez miles de polacos fueron desterrados a Siberia.

La política rusa con respecto a Polonia se encontró ante el dilema: mantener toda Polonia en el poder de Rusia o consentir las repetidas propuestas de Prusia de repartirse las tierras polacas. Rusia era la vecina más poderosa de Polonia y la decisión estaba en manos de Catalina II. Si la zarina acabó por renunciar al dominio absoluto de Polonia y Lituania, fue por el temor al renacimiento del Estado polaco. No era este un temor infundado. Antes de 1772 el Estado polaco ocupaba un territorio de 733.000 km2, tenía alrededor de 14 millones de habitantes y una densidad de población de 19,1 personas por kilómetro cuadrado. Rusia tenía entonces unos 29 millones de habitantes lo que, con su inmenso territorio, daba una densidad de 5,5 personas por kilómetro cuadrado. La población de Austria, juntamente con Bohemia y Hungría, era de unos 18 millones, y la de Prusia, de 2.500.000. Polonia era un Estado con un potencial demográfico considerable y con grandes posibilidades, Estado que, si lograba llevar a cabo las reformas necesarias, podía desempeñar un papel independiente en la Europa centroriental.

En 1772 las tres potencias llegaron a un acuerdo de repartirse entre sí Polonia, la que perdió en aquella ocasión 211.000 kilómetros cuadrados con 4.500.000 habitantes.

El impacto causado por el primer reparto, así como los procesos de desarrollo económico y demográfico despertaron a los polacos del letargo. Se dejaron ver también los resultados del trabajo educativo y periodístico y de la literatura polaca; en el escenario de la vida pública entró una generación de polacos más culta, educada en el espíritu patriótico y capaz al sacrificio. El desarrollo económico de las ciudades y la elevación del nivel cultural de la burguesía hicieron que ésta se interesara más viva‚mente por los asuntos públicos.

La Comisión de Educación Nacional, creada en 1773, introdujo modernos libros de texto en las escuelas, sometiéndolas al dominio de las universidades reformadas. Las ideas de la Ilustración, juntamente con las ideas patrióticas y reformistas eran divulgadas por la prensa, la literatura, el teatro, la pintura, la música y la historiografía. El centro que irradiaba la cultura de la Ilustración era Varsovia con sus 100.000 habitantes, el Teatro Nacional dirigido por Wojciech Boguslawski, los periódicos, las bibliotecas y la corte real.
El deseo de la reforma se hizo general. Sin embargo, cualquier reforma en Polonia dependía del con‚sentimiento de Rusia que era la garante del sistema político del Estado polaco. Cuando estalló una guerra de Rusia contra Turquía el rey Estanislao Augusto obtuvo el consentimiento de la zarina Catalina II de convocar una dieta en condiciones de una confederación (o sea sin el liberum veto) y de aumentar el ejército. En el ambiente de gran animación política, la Dieta de los Cuatro Años, llamada también la Gran Dieta (1788-1792), resolvió aumentar el ejército hasta 100.000 soldados, aprobó la ley de ciudades reales que concedía mayores derechos políticos a la burguesía, anuló las garantías rusas, resolvió firmar una alianza con Prusia y, como recapitulación de un trabajo de muchos años, aprobó en 1791 la Constitución del Tres de Mayo, la segunda constitución en el mundo, después de la de los Estados Unidos, y la primera en Europa.
La constitución preveía el fortalecimiento del poder real estableciendo la monarquía hereditaria, la reorganización del gobierno y el perfeccionamiento del trabajo de la dieta, mantuvo las libertades cívicas de la nobleza y concedió ciertos derechos públicos a la burguesía. Se suprimió la división del Estado entre la Corona y Lituania, unificando de esta manera el sistema político. El gobierno basado en la constitución tenía posibilidad de sacar al Estado de la crisis política.

La Constitución del 3 de mayo de 1791 - Mateyko
La Constitución del 3 de mayo de 1791
Pintura de Jan Matejko

Rusia se opuso decididamente a la Constitución del Tres de Mayo. Sus adversarios entre los magnates polacos, animados por la actitud hostil de Rusia, se confederaron en Targowica para defender al antiguo régimen.Tropas rusas entraron a Polonia. La guerra de 1792 terminó con la derrota del ejército polaco que estaba al mando del príncipe Józef Poniatowski y Tadeusz Kosciuszko. Se anuló la Constitución del Tres de Mayo y se produjo el segundo reparto de Polonia (1793) consumado por Rusia y Prusia. El resto del territorio polaco, unos 200.000 kilómetros cuadrados con cuatro millones de habitantes‚ fue convertido en protectorado ruso.

En 1794 estalló una insurrección patriótica contra los ocupantes capitaneada por Tadeusz Kosciuszko. Los insurrectos liberaron Cracovia, Varsovia y Vilna. Al bando opuesto, aparte de las tropas rusas, se unió el ejército prusiano que puso sitio a Varsovia. A pesar del enorme esfuerzo militar y económico y el heroísmo de los soldados y de la población civil, incluidos burgueses y campesinos partidarios de la causa nacional, la insurrección fracasó.
El siglo XVIII y los repartos de PoloniaDe su suerte decidieron la derrota en la batalla de Maciejowice y la toma del barrio de Varsovia, Praga, por las tropas de Suvórov. Aterrorizada por la matanza de la población de Praga, Varsoviacapituló. En efecto del tercer reparto de Polonia (1795), Prusia ocupó Masovia con Varsovia y las tierras hasta el Niemen, Austria se anexó las tierras situadas entre el Pilica, el Vístula y el Bug, y Rusia, las tierras hasta el Bug y el medio Niemen. El Estado polaco desapareció del mapa en el momento en que las reformas internas y el estado de la educación y de la economía daban sólidas garantías de su existencia y desarrollo.
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Capítulo 8: La era napoleónica


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